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Historia de una obsesión (6)







-¡Además es un lobo!

-No, realmente a mi los lobos aunque no me disgustan no son mis favoritos, a mi los que me enloquecen son los vampiros.

-Ah así que prefieres los vampiros…

-Y tú prefieres los lobos, ¿no? 

-Bueno, para serte sincero tengo una lucha interna. Me encartaría encontrar a alguien que fuera un hibrido. 

-Ahora yo también tengo esa lucha… maldito seas.

-Soy un macho indeciso. Pero sé como arreglar las cosas: el que me muerda primero con ese me voy.

Ángelo acompañó las ultimas palabras con una risa mientras se estiraba hacia atrás en la silla de aquella cafetería. Me dejó ver en detalle la ternura en la piel de su cuello, allí donde solo en posturas muy intimas puedes ver a otros mientras los rizos de sus cabellos bailaban con al compas de la brisa que repentinamente entró por una de las grandes ventanas. Vi el suave delineado en alto relieve de sus venas en la piel como si estuvieran ofrecidas a mí y supe que Ángelo me había elegido, dándome la libertad de ser quien me diera la gana de ser siempre que fuera yo mismo. Pero aquello me pareció una deducción demasiado extravagante y además arrogante por mi parte, así que seguí estudiando ese cuerpo con mas atención aun de lo que ya había dado desde temprano, cuando nos encontramos y en sus brazos me giré quedando de frente e indefenso ante la oscuridad de esa noche sin luna asomada en sus ventanas, siempre abiertas de par en par. ¿O seria tan fino el cristal, tan transparente, que aunque cerradas sus ventanas yo las veía abiertas?

Vi como se marcaban por encima de la suave tela su t-shirt su cuerpo delgado; sus pezones invitándome a morderlos, un esbozo apenas visible de algunas de sus costillas tentándome, incitándome a recorrerlas con los dedos de mis manos temblorosas por culpa del deseo. Que tantas veces en sueños había abrazado con mi cuerpo desnudo y aun mas veces, por su culpa, había despertado en medio de mi propia humedad: salada, viscosa, a veces transparente y otras blanca, como espuma de mar. Estoy seguro que dentro yo llevaba un mar y por esos sueños, por esos sentimientos, se derramaba por los bordes limados de mi alma hasta brotar por mi piel.

-Ah… ¿si? –me sorprendí respondiendo en voz alta a lo que él me había dicho, pero era mi cuerpo que, actuando mejor de lo que mi mente era capaz de hacer en ese momento, había hecho lo mas oportuno.

-Sí.

-Cuanta provocación en una sola frase… 

-Soy un macho provocativo. –Dijo él, mientras cambiaba de posición al fin dejando que una vez más le mirara a los ojos.

-Que no quepa duda.

-¡Uy! He destapado una olla. –Y se levantó sonriendo de la silla, con una coquetería que yo quería creer no era adrede, pero que al mismo tiempo me parecía demasiado placentero que sí lo fuera. Él estaba jugando conmigo, yo lo sabia y además me encantaba la forma en que lo hacia. 

El día acababa, mis horas con Ángelo se escurrían como arena entre mis dedos y lo único que me quedaba al final, en la noche antes de dormir, eran sus escritos, los que yo había memorizado y de los cuales habíamos estado hablando para disipar, al menos en mi caso, la tensión de haberlo tenido así de cerca. Libros, mi cuerpo y el suyo; no podía creer que no llegara a darle ni un beso cuando en realidad quería hundirme en el hasta hacerlo estallar y yo, hacerlo dentro suyo. No, estoy mintiendo. Por supuesto que adrede no llegué mas alla aun sabiendo que podía. Eso es porque en realidad soy demasiado masoquista: disfruto de ese dolor agridulce de no tomar lo que deseo aun pudiendo, para que el goce al tomarlo por fin, sea aun mayor.

2 comentarios:

Ely Grados dijo...

Oh! si!!!!
Este capitulo es genial y no es porque a Angelo le gusten los lobos... diablos! si es por eso jajajaja... mentira! xD me encanta como va la historia, esa relación de esos dos me trae al borde de la silla *v* y ya quiero que Gustav se entie... digo, lo haga suyo xP
Ame la parte en que dice "disfruto de ese dolor agridulce de no tomar lo que deseo aun pudiendo, para que el goce al tomarlo por fin, sea aun mayor"
joder! cuanta verdad! cuanta verdad! y la forma en como le es infiel a morfeo cuando sueño con Angelo, me encanto! <3

Geme cuando sigues?

Sascha Lemoine dijo...

Pronto, pronto~~ Arigatou geme <3

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